- Aprecia a tus hijos por lo que son, no por lo que te gustaría que fueran.
- Elige el compañero de tu vida con cuidado. De esta decisión surgirá el noventa por ciento de toda tu felicidad o miseria.
- No pospongas la alegría.
- No pierdas el tiempo aprendiendo los “trucos del oficio”. En cambio, aprende el oficio.
- Concéntrate en hacer las cosas mejor, no más grandes.
- Dale a la caridad toda la ropa que no has usado durante los últimos tres años.
- Abraza a los niños después de disciplinarlos.
- Aprende a escuchar. La oportunidad a veces toca muy suavemente.
- Deja todo un poco mejor de lo que lo encontraste.
- Acuéstate boca arriba y mira las estrellas.
- Nunca admitas en el trabajo que estás cansado, enojado o aburrido.
- Nunca cortes lo que se puede desatar.
- Nunca prives a alguien de la esperanza; podría ser todo lo que tienen.
- Nunca te rindas con nadie. Milagros pasan todos los días.
- Recuerda que un matrimonio exitoso depende de dos cosas: (1) encontrar a la persona adecuada y (2) ser la persona adecuada.
- Selecciona un médico de su edad para que puedan envejecer juntos.
- Envíale flores a tu ser querido. Piensa en una razón más tarde.
- Omite una comida por semana y dale lo que hubieras gastado a una persona de la calle.
- Los músicos callejeros son un tesoro. Detente por un momento y escucha; luego deja una pequeña donación.
- Esforzarse por la excelencia, no por la perfección.
- Tómate el tiempo para oler las rosas.
- Graba la risa de tus padres.
- Piensa grandes pensamientos pero saborea los pequeños placeres.
- Trata a todos los que conoces como quisieras ser tratado.
- Mira un amanecer al menos una vez al año.
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